Las fotos del universo son reales: yo mismo las capturo y proceso. A menudo, cuando alguien ve una imagen del cosmos (una nebulosa llena de colores, una galaxia espiral o un cúmulo estelar) piensa que es algo que solo pueden lograr los grandes observatorios o la NASA. Nada mas lejos de la realidad. Cualquiera con el equipo y los conocimientos adecuados puede capturar este tipo de imágenes. Y sí, no son imágenes falsas. Las fotos del universo que ves son reales, aunque requieren un proceso técnico que no siempre resulta conocido.
No basta con apuntar al cielo con nuestra cámara y disparar, ya que la luz del universo es muy tenue. Es tan débil que nuestros ojos no pueden capturar la mayor parte de esa luz, pero tampoco puede hacerlo una cámara con una simple foto. Las imágenes que ves suelen ser el resultado de muchas horas de trabajo, tanto en el momento de la captura como en el procesado posterior.
El proceso tiene dos fases: la captura de datos y el procesado. Durante la captura de datos se realizan decenas de capturas del objeto con el fin de conseguir la mayor cantidad de señal posible. No es raro dedicar 10, 20 e incluso 30 horas de exposición a un objeto determinado.

Esta es una única exposición de 300 segundos de una nebulosa oscura: Barnard 10. En la imagen se observa poco detalle. De hecho, a simple vista, podría parecer que no hay nada. Pero, tras apilar decenas de capturas y procesar cuidadosamente los datos obtenidos, el resultado final cambia por completo.
El procesado es donde se revela toda la información oculta en esos datos. Se apilan las imágenes para aumentar la señal y reducir el ruido, se corrige el color, se equilibran las luces y las sombras y se extraen los detalles más sutiles. No se trata de “retocar” la imagen, sino de sacar a la luz lo que ya estaba ahí. Así conseguimos nuestras fotos del universo.

Aunque cueste creerlo, todo lo que se revela en esta imagen final ya estaba presente, escondido en la primera toma. Solo hacía falta tiempo, paciencia y trabajo para sacarlo a la luz.
Eso es, precisamente, algo que me fascina de la astrofotografía: la posibilidad de fotografiar lo invisible, de hacer visible lo que a simple vista permanece oculto en la oscuridad del cielo
Eso es lo que hacemos los astrofotógrafos: revelar la belleza oculta del universo… y compartir con otros aquello que, de otro modo, seguiría siendo invisible.
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Redacción: Juan F. Artillo
Edición y corrección: Daniel Fernández
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